Single Home
Render Interior Bajo
Propiedades

Tu hogar en un bajo

Compartir post

Tu hogar en un bajo

Durante mucho tiempo, la ciudad de Madrid fue solo una almendra limitada por una muralla que actuaba como frontera de piedra con el campo. Los límites de esa fortificación comenzaron a rebasarse en el siglo XV hacia el este y, posteriormente, se construyeron nuevas cercas. En líneas generales, podemos decir que, hasta el siglo XIX, Madrid se componía básicamente de lo que hoy ocupa el distrito Centro. El germen de lo que actualmente es la mayor ciudad de España, de cómo está concebida, hay que buscarlo en aquel siglo, cuando factores demográficos y económicos impulsaron la gran ampliación de Madrid más allá de esos límites.

Hoy en día no es difícil apreciar la huella urbanística de aquel primer Madrid: cuanto más cerca estamos del kilómetro cero de la Puerta del Sol, más edificios antiguos encontramos, levantados en calles estrechas y sinuosas, algunas adoquinadas. Es el Madrid antiguo y pintoresco, ese que tan bello queda en las fotos. Pero, al poner el foco en la calidad de vida, podemos encontrar algunos inconvenientes, entre ellos el pequeño tamaño de algunos pisos, el ruido y la escasez de luz en algunas viviendas, especialmente en los bajos de la zona centro.

La evolución del concepto, pilar de una experiencia satisfactoria

Quizá por la influencia de la imagen de ese Madrid antiguo y céntrico, los hogares situados en la planta de entrada a un edificio han sido considerados durante mucho tiempo como lugares oscuros y ruidosos y, hasta hace no mucho tiempo, eran una de las líneas rojas que pocos estaban dispuestos a cruzar en su búsqueda de una vivienda en la ciudad. Sin embargo, el desarrollo del urbanismo y las nuevas formas de edificación han hecho evolucionar el concepto de bajo y, fuera de esa almendra central, la vida en un bajo puede ser igual de satisfactoria -e incluso más- que en las plantas superiores. Ya es habitual encontrar bajos en edificaciones modernas con jardín o, al menos, un patio de uso privativo en el que poder disfrutar de un espacio al aire libre lleno de plantas y adaptado a nuestra forma de vida. Para niños y personas mayores, por ejemplo, son viviendas ideales, ya que brindan la oportunidad de que disfruten de un espacio abierto con seguridad y sin tener que salir a la calle. Contribuyen, además, a la autonomía, ya que las salidas y entradas a casa no dependen del uso de un ascensor ni de la subida o bajada de escaleras.   

Un escenario privilegiado para nuestra vida

En Single Home hemos ido incluso más allá en el concepto de bajo. Los de nuestras promociones en el noroeste de Madrid no solo son cómodos, espaciosos y luminosos: son viviendas de calidad que otorgan un escenario privilegiado al desarrollo de nuestra vida. En Mirador de Aravaca, donde hemos jugado con el contraste entre la solidez de las fachadas y la ligereza del cristal en grandes paños, nuestros bajos cuentan con jardín privado, al que se accede a través de extensos ventanales. En Balmis 1 experimentamos el encuentro de la luz con la forma en unos jardines privados que tienen una superficie de entre 250 y 300 m2.

Compartir post