Pequeños detalles que lo son todo

Tras un año de recortes en nuestras relaciones sociales, los gestos de afecto y cariño se han vuelto un bien tan preciado como escaso. En estos últimos meses, aquellos que no han dispuesto de personas con las que intercambiar mimos en su núcleo de convivientes, se han visto sometidas a una privación de contacto emocional que incluso puede haber dejado secuelas en su salud. Los estudios de universidades y marcas comerciales, con una horquilla de rigor bastante amplia, se multiplican en los medios para recordarnos la importancia del contacto emocional sin grandilocuencias, de dar y recibir cariño y atención en situaciones simples y cotidianas: según los expertos, la carencia de este contacto debilita el sistema inmune, además de influir en el ritmo del corazón, la presión sanguínea y los niveles de hormonas relacionadas con el estrés, como el cortisol.

Por eso, el equipo humano de Finca Cortesín pone cada día todo su empeño y su máximo cariño en hacer que sus clientes se sientan queridos. Su objetivo primordial es que este entorno exclusivo cumpla sobradamente con su ambiciosa misión de reinventar el lujo en un sentido amplio, no sólo ofreciendo un perfecto escenario para mejorar su percepción y relación con el mundo, sino atendiendo sus gustos y necesidades con la más escrupulosa atención. Todo en Finca Cortesín está dispuesto para que sus clientes puedan disfrutar de una experiencia única con extraordinarias recompensas para su bienestar físico y mental.

Desde los encargados de mantener en perfecto estado su campo de golf, considerado actualmente como el mejor de Europa, hasta los que agitan con mimo el cóctel con el que poner fin al día en el Beach Club, todos los miembros del altamente cualificado equipo de Finca Cortesín se esmeran cada día por conseguir que sus clientes se sientan especiales. Y aunque en algunos servicios es más evidente que en otros (abandonarse al relax en su spa de influencia oriental es probablemente una de las experiencias más reconfortantes para cuerpo y mente) es la suma de todos estos gestos la que consigue que este ambicioso objetivo se coinvierta en realidad.

La posibilidad de disfrutar de la más exquisita gastronomía mediterránea e internacional en sus tres restaurantes es una propuesta más que seductora, pero quizá no sería tan completa si estuviera acotada por labores incompatibles con una buena digestión. Por eso, con sólo una llamada, los propietarios de las villas de Finca Cortesín disponen de todo un abanico de mimos en forma de pequeños servicios capaces de marcar la diferencia: ya se necesite mantenimiento de la piscina o el jardín, arreglar la televisión o el WIFI, una limpieza de la casa o ayuda del conserje (el mostrador de conserjería está a disposición de los clientes las 24 horas durante los siete días de la semana), cualquier problema o solicitud que pueda surgir será resuelta con una sonrisa y con una prontitud y esmero más propio de otros tiempos.

Además, en Finca Cortesín la seguridad de los clientes y la de sus propiedades es también una forma de hacerles sentir mimados, queridos y especiales, por lo que incluye un servicio de seguridad las 24 horas que permite a los privilegiados propietarios olvidarse de todo y sentarse, relajarse y disfrutar de su entorno sin ninguna preocupación. ¿Puede haber algo más parecido al cariño?